Paulo Coelho nos invita a reflexionar

La frase es de Pablo Picasso: «Dios es, sobre todo, un artista. Él inventó la jirafa, el elefante, la hormiga. La verdad, Él nunca buscó seguir un estilo; simplemente fue haciendo todo lo que deseaba hacer». Nuestra voluntad de andar es la que crea nuestro camino; mientras tanto, cuando empezamos la jornada hacia nuestro sueño, sentimos miedo, como si estuviésemos obligados a hacerlo todo bien.

Al final, si vivimos vidas diferentes, ¿quién fue quien inventó los patrones?

Si Dios hizo la jirafa, el elefante y la hormiga y nosotros tratamos de vivir a su imagen y semejanza, ¿por qué tenemos que seguir un modelo? El modelo algunas veces nos sirve para evitar que repitamos errores estúpidos que otros cometieron, pero normalmente es una prisión que nos obliga a hacer siempre lo que todos hacen.

Ser coherente es usar siempre una corbata que combine con las medias y obligarnos a mantener, mañana, las mismas opiniones que tenemos hoy. Y el movimiento del mundo, ¿dónde está?Siempre que no perjudiques a nadie, cambia de opinión de vez en cuando y cae en contradicciones sin avergonzarte. Tú tienes ese derecho; no importa lo que los otros van a pensar, porque ellos van a pensar de cualquier manera. Cuando nos decidimos a actuar, ocurren algunos excesos. Tenemos un viejo dicho culinario: «Para hacer una tortilla, primero necesitamos romper un huevo».
También es normal que surjan conflictos inesperados.

Aparecerán heridas en el decorrer de estos conflictos. Las heridas pasan: apenas quedan las cicatrices. Esto es una bendición. Las cicatrices nos acompañarán el resto de nuestras vidas y nos van a ayudar mucho. Si en algún momento –por comodidad o por alguna otra razón– tuviésemos una gran voluntad de volver al pasado, bastará mirar hacia ellas. Las cicatrices nos mostrarán las marcas de las esposas, nos recordarán los horrores de la prisión y continuaremos caminando hacia delante.

Por eso, relájate. Deja que el universo se mueva a tu alrededor y descubre la alegría de ser una sorpresa para ti mismo. «Dios escogió las cosas locas del mundo para avergonzar a los sabios».

Un guerrero de la luz percibe que ciertos momentos se repiten; con frecuencia él se ve delante de los mismos problemas y se enfrenta a situaciones que ya había vivido anteriormente. Entonces se deprime. Comienza a creer que es incapaz de progresar en la vida, ya que lo vivido en el pasado está ocurriendo nuevamente. «Ya pasé por esto», le comenta a su corazón. «Realmente, pasaste por esto –responde el corazón–, pero nunca ultrapasaste.»

El guerrero, entonces, pasa a tener conciencia de que las experiencias repetidas tienen una finalidad: enseñarle lo que todavía no aprendió. Él siempre encuentra una solución diferente para cada lucha repetida, y no considera sus faltas como errores, sino como pasos en dirección al encuentro consigo mismo.

1 erurtos sobre el papel:

232 dijo...

"Un guerrero de la luz"...etc. Parecen dogmas de una secta new age.

Aún así, hay algunas reflexiones que me gustan -como la mención a la muerte y renacimiento de las ideas o la recursividad de ciertas experiencias.

De todas formas no me gusta.