HE VUELTO, MÁS MUERTO QUE VIVO...

Ya he regresado de tierras galas. París es impresionante, no he visto una cosa tan grande en mi vía. Todas las calles son una Gran Vía, pero 15 veces más larga y 5 veces más ancha. Una auténtica locura moverse por allí a pie. Ojalá hubiera tenío el aparato ese de rueas para desplazarme.
han sido unos días agotadores.
La vida del turista es durísima. Eso de echarse a la calle a las 10 de la mañana y volver a las 9 de la noche va quemando un huevo. Y si a eso le sumas el deplorable estado de forma de mi espalda, los días pueden llegar a ser infernales, que poyas que he pasado auténticas horas de dolor indescriptible en las lumbares...pero en fin, que ha merecido la pena.

Todo iba más o menos aceptablemente hasta que el penúltimo día me despierto con escalofríos, a los que no les di mucha importancia. Pero a eso de las 4 de la tarde los escalofríos pasan a ser más fuertes y acaban convirtiéndose en un calor infernal. total, que no me encuentro bien y nos vamos al hotel para que guade cama.
A lo largo de la tarde voy a peor, los ojos me ardían y la cabeza me iba a estallar. Yo ya me figuraba que sería un gripazo de esos de mear y no echar gota. Inere poniéndome toallas mojadas en la frente, total un espectáculo.
Al día siguiente nos pirábamos a España y yo ya sabía lo que me esperaba...
La tarde pasaba y todo iba a peor hasta que medio por vomitar. eso fue el colmo, me sentía hecho pedazos y llamamos a un médico para que viniera al hotel. Porque a mi no me encajaba eso de gripe con vómitos. ¿Y si en realidad tenía una aviaria de esas?
Llego el medicúo y me diagnosticó una gripe como la manta de un picaor. Me mandó unas medicinas y me tomó la temperatura en mi sobacúo, marcando el termómetro la friolera de 40.4

y al día siguiente me tocó un día que de seguro lo coloco en la lista de top ten de días jodidamente jodidos. Salimos del hotel hacia el aeropuerto Inere y un zombi que iba detrás de ella portando una maleta. Tras muchos enlaces metriles, cogimos el tren de cercanías que también es compatible con el billete de metro y nos colacamos casi en el aeropuerto pagando solo 1,4€. Una jugada perfecta, pero de pronto justo antes de bajarnos del tren, aparecen en nuestro vagón unos revisores que nos piden el ticket, lo pasan por un aparato y nos dicen que ese billete sólo sirve para París capital y que si te sales tienes que comprar otro. Total que nos cascan 25 lerus de multa por barba, yo ni me enteré, estaba en otro mundo semionírico.

Las horas pasaban cogimos los 2 aviones hasta llegar a Málaga y finalmente llegué a mi casa. menuda odisea de día joder!

Hoy os escribo estas líneas tras 16 horas encamao, con 38.3 de fiebre, sudando como una perra y portando un rollo de papel higiénico y un bol donde escupo pollos como cabezas de muchacho. No vaya a ser que tragándome mis propios mocúos me envenene.

Bueno salúos a todos y que os la pique un pollico